La
andragogía se ha fundamentado y trabajado en tres grandes campos: como
disciplina científica, como proceso educativo integral y como actividad
profesional.
Se parte
de la definición de adulto, como un ser que ha dejado la niñez y está en su
camino hacia el crecimiento y el logro de su individualidad.
Además se
establece una definición de andragogía, tomando a Ludojoski (1972: 30-31),
quedando de la siguiente manera:
(Es) el empleo de todos los medios y modalidades de la
formación de la personalidad puesta a disposición de todos los adultos sin
distinción alguna, ya sea que hayan cursado sólo la enseñanza primaria o
secundaria y hasta la superior. Se trata, pues, de la educación de la totalidad
de una población, que considerando las posibilidades y las necesidades de los
individuos que la componen, se propone prestarles todo el apoyo necesario para
lograr el mayor perfeccionamiento de su personalidad dentro del área de sus
relaciones.
El
proceso andragógico se desarrolla en torno al adulto. El ser humano es un ser social por naturaleza
lo que hace que siempre busque formas de asociarse con otros seres humanos y
formas de cómo lograr mejores resultados en sus relaciones sociales. Esta
tendencia lo lleva a desarrollar formas de vida cada vez más complejas y a la
vez a acumular una serie de estructuras conceptuales que le han permitido, poco
a poco, comprender lo que llamamos realidad. Además, es el proceso de orientación
individual y social para desarrollar sus capacidades de autodeterminación.
El
hecho andragógico, o sea la actividad educativa en la vida adulta, es distinto
a los procesos educativos en los que participan niños y jóvenes.
·
No
existe una mediación entre una generación joven y una adulta, no se trata de
que una generación trasmita a otra más joven su cultura.
·
No existe en el
sentido estricto de la palabra un maestro encargado de imponer los elementos
culturales del segmento de la población adulta a otra más joven.
Condicionantes
del proceso o hecho andragógico
1.
Confrontación de experiencias. En la
actividad andragógica, se desvanece la diferencia entre educador y educando.
Ambos sujetos son adultos, con experiencias por su participación social.
2.
La racionalidad. Que conduce al adulto a ampliar sus motivaciones para el logro
de sus intencionalidades educativas.
3.
La capacidad de abstracción del adulto. El adulto promueve su educación, la
planea y la lleva a cabo en función de sus propias necesidades e intereses
inmediatos y con miras a mejorar y consolidar un futuro mejor.
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